24 May Los pies en pacientes con Alzheimer: cómo cuidarlos
Caminar y mantener una actividad física mínima es muy importante para la salud de las personas mayores. Una de las consecuencias de la edad es la mayor sensibilidad en los pies así como los problemas en las articulaciones, por lo que caminar todos los días y mantener el cuidado de los pies se puede hacer un poco cuesta arriba sin las medidas necesarias. Esto es aún más problemático en los pacientes con Alzheimer, ya que sus capacidades perceptivas y mentales se ven diezmadas por la enfermedad, así que pierden capacidades para cuidarse a sí mismos.
El cuidado de los pies en pacientes con Alzheimer recae en sus familiares y cuidadores, por lo que la previsión y la información son esenciales.
¿Qué les pasa a los pies en pacientes con Alzheimer?
Una lesión pequeña, aunque sea una rozadura o un golpe flojo, puede agravarse y extenderse cuando no se atiende la herida. Los pacientes con Alzheimer pueden despistarse o no darse cuenta de que tienen una herida, dejándola desatendida. Estas heridas pueden acabar convirtiéndose en úlceras y corren el riesgo de sufrir infecciones u otras complicaciones.
Ya con la edad, las extremidades y los pies tienen un empeoramiento. La motricidad y la resistencia de los pies suele verse afectada, pero en el caso de los pacientes con Alzheimer, se suma una pérdida gradual de coordinación y reflejos, por lo que se vuelven más proclives a los golpes y los accidentes
En concreto, la estabilidad y el ritmo de la marcha se ven muy afectadas. Hay menos equilibrio al plantar el pie, y además los pasos van siendo cada vez más cortos (con menos desplazamiento del pie al vuelo, y más tiempo de pisada). Los pies en pacientes con Alzheimer pueden sufrir de formas distintas según las variaciones de la marcha y otros factores. Hay calzado y plantillas personalizadas que están pensadas para estos casos, acolchando más los pies y estabilizando el movimiento (por ejemplo, con calzado que mantiene el talón más recto).
Consejos para cuidar los pies en pacientes con Alzheimer
Existen unas cuantas medidas y prevenciones que podemos tomar para evitar daños y mejorar la calidad de vida de nuestros familiares con Alzheimer.
Por ejemplo, el cuidado de las uñas, cortándolas de forma recta para evitar que se encarnen (es decir, que la uña crezca contra la carne y se clave). Hidratar los pies con cremas específicas (con urea en una concentración de entre 10% y 20%), mantendrá la piel más elástica y menos sensible, por lo que podría evitar heridas como rozaduras.
Cuando salen durezas y callosidades en los pies en pacientes con Alzheimer, lo mejor es evitar los callicidas e ir directamente al médico. Algunos callicidas, en pieles sensibles, pueden generar quemaduras y heridas.
La higiene de los pies es esencial para evitar infecciones. Lavarlo con agua templada y secarlos cuidadosamente, prestando atención a la zona de los dedos, su parte inferior y las separaciones entre ellos. De esta forma, se evita la humedad y no se favorece la aparición de papilomas, hongos y trastornos parecidos.
Calzado para pacientes con Alzheimer
Por razones que ya hemos explicado, los pies en pacientes con Alzheimer podrían necesitar ayuda para una marcha correcta y un mayor cuidado contra golpes o roces. Estos zapatos deberían tener una horma ancha y la suela debería ser antideslizante para evitar resbalones.
En Celia Ruiz proveemos calzado para todo tipo de necesidades médicas, incluidos los pies en pacientes con Alzheimer. Con un estudio biomecánico hecho por un podólogo e información sobre el caso, somos capaces de recomendar los zapatos perfectos. Con el calzado adecuado, la calidad de vida del paciente puede mejorar notablemente y podemos ahorrarnos algunos sustos. ¿A qué esperas?